En total, 143.971 vehículos de ocasión se vendieron en agosto, lo que representa una caída del 13,9% respecto a igual mes de 2020, si bien se mantuvieron estables con respecto a 2019, según datos de la patronal de los concesionarios, Faconauto, y de los distribuidores, Ganvam. Tras el análisis de los datos, las previsiones apuntan a que el mercado cerrará el año con un incremento del 10,5%, con más de dos millones de unidades vendidas, aunque todavía el 4% por debajo de 2019.

Comparados estos datos con los de ventas de vehículos nuevos, por cada vehículo matriculado en agosto se transfirieron tres usados debido, principalmente, a la bajada de las matriculaciones por la falta de stock a causa de la crisis global de componentes.

Hasta el octavo mes del año, el mercado de ocasión acumula 1.206.046 unidades vendidas, lo que supone el 20,8% más que en 2020, pero el 5% menos que en el mismo periodo de 2019, lo que sitúa el ratio VO/VN en 2,1 a 1 hasta agosto.

Por tramos de antigüedad, los más vendidos en agosto fueron los que tenían entre 3 y 8 años que, procedentes del canal importador y de la renovación de flotas corporativas, han sido capaces de responder a la demanda. En un entorno de caída generalizado, los de entre 5 y 8 años fueron los únicos que marcaron signo positivo en agosto, con una subida del 13,8%, hasta alcanzar las 13.123 unidades. Por su parte, los modelos de entre 3 y 5 años fueron los que menos cayeron, al registrar un descenso del 1,4%, con un total de 17.616 unidades. Comparados los datos con los de agosto de 2019, los vehículos de entre 5 y 8 años registran una subida del 28%, mientras que los modelos de entre 3 y 5 años alcanzan un incremento del 25,5%.

Renting e importación

La falta de oferta obligó a recurrir a los mercados exteriores, por lo que la importación fue el canal que menos ventas perdió en agosto, con un descenso del 10,7% frente a igual mes del año anterior, pero el 10% por encima de 2019. El canal de renting, por su parte, aunque registró un descenso del 15% frente a agosto del año pasado, se sitúo el 17% por encima del octavo mes del año de 2019.

Por tipos de combustible, las operaciones con VO diésel cayeron el 16,5% en agosto con respecto al mismo mes del año anterior, aunque siguen representando casi 6 de cada 10 operaciones. Los de gasolina, por su parte, se contrajeron el 14,7% con respecto a agosto de 2020. Los eléctricos puros de segunda mano, por su parte, crecieron el 114% en agosto, hasta las 683 unidades; mientras que los híbridos enchufables de ocasión crecieron por encima del 200%. Así, los diésel/eléctricos enchufables registraron 106 unidades vendidas, el 341,7% más, frente a las 945 unidades de los gasolina/eléctrico enchufable, el 273,5% más.

Según el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, “el mercado de vehículos de ocasión continúa estancado. Aun así, se recupera a un ritmo mayor que el de nuevos y se prevé que cierre el año con un crecimiento del 10,5%. Nos preocupa especialmente que los vehículos de más edad sean el sostén de este mercado, copando la mayor parte de las transferencias”. Por ello, continúa “debemos hacer especial hincapié en las ventajas y la importancia de invertir en vehículos jóvenes”.

Por su parte, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, señala que “agosto registró tres ventas de usados por cada nuevo, pero no tanto porque nuestro mercado de ocasión esté alcanzando el grado de madurez de nuestros vecinos europeos, sino porque el de nuevos está hundido como consecuencia, sobre todo, de la crisis global de componentes”. Esta falta de stock para atender la demanda de nuevos, afirma, “ha hecho que los modelos procedentes de flotas de renting, bien cuidados y mantenidos, tiren del mercado”. No obstante, advierte Puche “no podemos perder de vista que siete de cada diez operaciones con vehículos de segunda mano siguen en manos de particulares, con vehículos de más de 10 años como protagonistas, lo que evidencia la necesidad de una estrategia eficaz de achatarramiento que permita mejorar cualitativamente la oferta para evitar el impacto negativo que estas ventas tienen sobre la seguridad vial y la calidad del aire”.