El renting en España podría alcanzar al finalizar el presente ejercicio entre 270.000 y 280.000 vehículos matriculados, lo que supone el 14% más en comparación con el año pasado y con el mayor incremento absoluto del parque móvil de la historia del sector, según AER.
La patronal asegura que se mantenerse esta tendencia, el renting podrá alcanzar un parque de 800.000 unidades en 2021, lo que se traduciría en una subida de alrededor del 25% sobre los datos de 2018, según publica Europa Press.
Por lo que se refiere a los vehículos impulsados con energías alternativas, el presidente de la asociación, Agustín García, ha señalado que los híbridos en el renting representan el 8,08% del total de vehículos matriculados hasta octubre, mientras que los eléctricos suponen el 1,52% y los de gas, el 1,14%.
Asimismo, el dirigente ha subrayado que ya no hay "marcha atrás" para avanzar hacia una movilidad sostenible. Así, cree que ya nadie duda de que la movilidad será "enteramente verde", añadiendo que ésta deberá ser racional, caracterizada por el pago por uso, y solidaria, dando oportunidades a todos los usuarios, independientemente de sus limitaciones sociales, económicas o físicas.
Ante las noticias de los últimos días sobre las futuras normativas respecto a la circulación de vehículos más contaminantes, García ha afirmado que "la incertidumbre retrae las decisiones de compra, el parque envejece más, la industria se estanca y, en definitiva, el resultado podría ser contrario a lo que se pretende conseguir".
Por este motivo, ha apuntado que el renting ofrece seguridad y flexibilidad a los clientes, en un momento en el que no se conoce qué tecnología será la que mejor resulte en función de los diferentes usos.
Según García, el principal problema del parque automovilístico español sigue siendo su antigüedad, que es lo primero que debe "atajarse". En este sentido, la AER está totalmente de acuerdo con la propuesta de Faconauto de apostar por los automóviles usados de hasta cinco años.
Así, reclamó que el anunciado Plan VEA de ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos y alternativos, así como para el desarrollo de infraestructura de recarga, debe ser el instrumento definitivo para el despegue de dichas tecnologías.
