Los compradores de turismos que adquieran coche con etiqueta "cero", beneficiándose de las ayudas del Plan Renove, tendrán que pagar en su próxima declaración de la Renta una cuantía que podría oscilar en torno a los 1.031 euros en el caso de los sueldos medios de 20.000 euros anuales, según estimaciones de los Técnicos de Hacienda (Gestha) para Sumauto.

Este plan de incentivos para la renovación del parque ha sido dotado con 250 millones de euros, que en el caso de los "Eco", la ayuda que percibe el comprador es de 1.000 euros, teniendo que hacer frente a una factura fiscal que podría encarecerse unos 240 euros. Respecto a los coches "C", los beneficios son de hasta 800 euros, lo que supone pagar unos 192 euros más en la declaración de la Renta.

Sumauto espera que las ayudas generen "un efecto llamada" y prevé una demanda añadida del 20%, unos datos que permitirían reducir la caída pronosticada en las matriculaciones, pasando a cifrar el descenso del 45% al 25%, según datos de Faconauto. Sin embargo, solicita al Gobierno que apruebe una exención fiscal para los compradores, con el fin de no desincentivar las ventas, con las que se recaudarán 1.000 millones de impuestos adicionales asociados al automóvil.

"Las ayudas para la compra de los vehículos menos contaminantes deberían estar exentas de tributar a Hacienda para así no desincentivar la demanda, ya que el aliciente psicológico que suponen se diluye al tener que tributar por ellas, máxime ahora que los hogares tienden al ahorro por la desconfianza en la economía, y los concesionarios necesitan aligerar su stock y costes financieros", ha explicado Nicolás Cantaert, director general de Sumauto.

Asimismo, ha querido advertir a los compradores de la importancia de declarar esta ayuda, pues de no realizarse, estarían obligados a presentar una declaración complementaria obligatoria. De no efectuar dichos trámites, la Administración podría liquidar el importe con interés de demora e imponer una sanción.