Los tribunales encargados de las causas abiertas por el escándalo de las emisiones de Volkswagen empiezan a emitir sus juicios.
En la primera sentencia firme del dieselgate en España, un juez de Torrelavega (Cantabria) ha dado la razón al fabricante.
En concreto lo hace en el caso de un propietario de un Volkswagen Tiguan del 2012 que llevó a la compañía al banquillo porque su coche tenía un software “malintencionado” y solicitó la anulación del contrato y la devolución del importe abonado (34.542 €).
Sin embargo, tal y como publica la prensa regional, el juez argumenta que el vehículo es apto para la circulación, que el demandante “no ha probado que sea una persona con especial preocupación por el medio ambiente” ni tampoco que “en el momento de adquirir el vehículo buscase algo más que un medio de transporte de precio adecuado a sus posibilidades económicas”.
De este modo, el juez exime a Volkswagen-Audi España por considerar que “no es ni la vendedora ni la fabricante”, sino que solo es la importadora y distribuidora, por lo que no hay “vínculo contractual”.
Además, exime al concesionario porque no hay prueba “ni siquiera de modo indiciario” de que el vendedor tuviera “conocimiento de que el vehículo tenía instalado un software malintencionado”.
Por eso, considera que la oferta de la marca de reparar el coche sin coste para el usuario “es adecuada y no existe causa alguna que justifique su rechazo”.
Esta sentencia (que se puede recurrir) coincide con la emitida desde un tribunal de Múnich (Alemania), que ha condenado a Volkswagen a devolver el importe del vehículo de un propietario afectado por el diselgate.
Y mientras, la OCU ha anunciado que está ultimando su procedimiento para llevar a los tribunales a la compañía y reclamar que, a las reparaciones, se sume una indemnización.
La organización de consumidores considera “inaudito” que la mayoría de los afectados no hayan recibido aún noticias para acudir al taller e “inaceptable” que Volkswagen pretenda ignorar “uno de los mayores escándalos en el sector de la automoción en Europa, negando cualquier compensación económica a los afectados”, asegura.N
