José Pedro De la Morena, ingeniero de aplicaciones de 3M, fue el responsable del último webinar organizado por Asetra (Asociacióm  de Talleres de Automoción). Un evento titulado "El arte del lijado eficiente: transforma tu taller y aumenta tus ingresos", en el que explicó qué es un abrasivo, los tipos de disco de lijado existentes en el portfolio de 3M y las ventajas de cada uno de ellos. Por último, De la Morena se enfrascó en un ejemplo práctico para mostrar el ahorro que la utilización de estos últimos puede traer al taller de chapa y pintura, ganancia que calibró en torno a los 86 euros al día y unos 19.000 al cabo del año. 

De este modo, el responsable de 3M comenzó explicando que "un abrasivo consiste en un óxido de un mineral natural, a ser posible lo más duro posible, que se muele y se pone sobre un papel, tabla o superficie concreta, a partir de ese momento, ya tendríamos una lija, un abrasivo titulado". "Fundamentalmente, suele utilizarse el óxido de aluminio, es el que mayor rendimiento ofrece ahora mismo, podría mejorar con el uso del diamante, pero lógicamente, se iría fuera de mercado por sus costes", argumentó. 

De la Morena fue más allá y distinguió entre mineral natural y mineral cerámico: "Cuando tenemos, ese mineral natural molido, lo más triturado posible, se vuelve a fundir el metal, se deja enfriar y se pone sobre esa superficie de papel, tela, madera, tabla... Entonces, estamos hablando de un mineral cerámico que es mucho más efectivo, en 3M, una vez que tenemos el mineral líquido, aprovechamos para la forma que consideramos adecuada para nuestro trabajo y, así, obtenemos un rendimiento óptimo", analizó subrayando que "se trata de que los triángulos del mineral sean cada vez más pequeños, para que no se vean luego los arañazos al aplicar la masilla o realizar el posterior repintado". 

José Pedro de la Morena, al término del webinar.

Versiones de abrasivo

Asimismo, el ingeniero enumeró los tres tipos de abrasivos más relevantes de los que dispone 3M, así como sus principales ventajas en el mercado actual: 

• Cubitron II: Todos los vértices son activos, es decir, todos cortan, no hay vértices secundarios -que generan calentamiento-, de hecho, el desgaste por el tiempo, por el uso, produce nuevas aristas de corte. En este tipo de abrasivo, hay un menor calentamiento y un acabado uniforme de inicio a fin. Como mínimo obtenemos un 30% de rendimiento más y el doble de vida útil.
• Abrasivo flexible de espuma: Ofrece un corte tres veces más rápido y proporciona una mayor duración al abrasivo. Su acabado es totalmente uniforme y, además, se puede utilizar en seco pero, sobre todo, en húmedo. Desde abril, además del modelo de disco, está también disponible en forma de hojas, que confiere mayor accesibilidad a zonas más complejas. Su granulado va de 400 a 2000, no existe una gama completa, como en el anterior, porque está más diseñado para un difuminado. 
• Abrasivo de alto agarre, denominadas "Grippy": Consta de un soporte de film fino y extremadamente flexible, muy similar a la lengua de los gatos, con las que se suele comparar. Porque es ideal para zonas de difícil acceso, con muchos recovecos como, por ejemplo, la parte interior de las llantas o de un neumático. Este abrasivo agarra muy bien a la mano: esté seca, mojada, con guante...  El grano abrasivo está disponible en el rango P320-P2000. Incorpora, además, material de microvástagos replicados que proporcionan una alta fricción. Es versátil, disponible para uso en húmedo y en seco con un excelente rendimiento. Su bloque de lijado cuenta con dos durezas. 

Tendencias del sector: 

Pero, llegados a este punto, ¿qué puede determinar la elección de abrasivos? De la Morena argumentó algunas de las tendencias actuales del sector:

• Escasez y rotación de técnicos: La eficiencia y la retención son claves para los costes laborales.
• Aumento de la complejidad de las relaciones: Pone en valor la importancia de unas reparaciones puntuales, limpias y de calidad. 
• Evitar la repetición del trabajo: Ayudar a reducir el tiempo de ciclo con un entorno de trabajo más limpio.
• Presiones inflacionarias: Conviene poner el foco en la productividad y los resultados.
• Expectativas de salud y seguridad: Fundamental por la asistencias en la extracción de polvo. 

El reparto de procesos en chapa y pintura

Tras explicar estos tres modelos, De la Morena pasó a detallar los tiempos por proceso en un taller de carrocería, ya que, por muy artesanal que sea -que lo es-, por mucho que la pericia del mecánico sea necesaria, conviene tratar de mejorar la eficiencia todo lo que se pueda como camino hacia la rentabilidad. En este sentido, el lijado es el que lidera el pastel porcentual con un 32% de las operaciones realizadas en los talleres. En su segundo lugar, el enmascarado se lleva el 21% de las operaciones realizadas, mientras que en el tercer lugar, hay igualdad entre fondos y limpiezas, ambas con el 14%. Por detrás, completan el reparto de los procesos de chapa y pintura el color (9%), barniz (6%) y, en último lugar, la evaporación (4%).

En cuanto a los costes, el color, como viene siendo habitual, se lleva la mayoría holgadamente con un 61%, seguido del barniz con un 23% y, en tercer lugar, marchan los fondos con un 10%. Muy alejados, con un discreto 4%, están los abrasivos, mientras que limpieza y enmascarado apenas cuentan con un insignificante 1%.  

Distribución de los tiempos de proceso en los talleres de chapa y pintura.

La mejora de rentabilidad, en un ejemplo práctico

Finalmente, De la Morena llevó a cabo un caso práctico, calculando con un cronómetro la diferencia de tiempo en el lijado entre un disco de 500 de interfax (que empleó 132 segundos) y el disco de 500 de alto agarre (tan sólo 79 segundos) para después calcular cuánto supone en dinero, la diferencia de rentabilidad entre ambos. Para ello, siguió varios criterios como "una jornada laboral de ocho horas, en la que dos están dedicadas, según la media, a estar lijando, con la máquina encendida; y un promedio de 35 euros por hora de mano de obra como el que rige en Madrid". 

Tras efectuar las diferentes y minuciosas operaciones en cada uno de los dos modelos de disco de lijado, "la diferencia es de un euro que, aplicado a las dos horas diarias lijando, es lo mismo que 7.200 segundos, lo que equivale a 86,4 euros al día que podría obtener de beneficio el taller". "Mucho más impactante es si se extrapola a un año completo, incluyendo incluso con un mes entero de vacaciones, porque la cifra final es de 19.000 euros, guarismos sobre los que no sólo debemos reflexionar en ese importante contexto de la rentabilidad, sino también en el de las mejoras que aporta a nuestro trabajo diario"; finalizó José Pedro de la Morena.

Cálculo de ahorro económico realizado por el ingeniero de 3M.