Spies Hecker, marca de Axalta Coating Systems, se ha adentrado en un taller de pintura de la escudería Mercedes-AMG Petronas Motorsport para comprobar en qué se diferencia de un taller convencional.
Difuminados complejos. Desde la marca explican que “al ser el único equipo en la recta de boxes que tiene un acabado degradado y difuminados de color complejos”, el equipo de diez pintores que trabaja en este taller, ubicado en Brackley (Reino Unido) y dirigido por Andrew Moody, “tiene mucho trabajo en cada pieza”.
“Sabemos cuáles son los colores exactos con los que vamos a trabajar durante toda la temporada”, explica Moody. “Desde la base agua del color plata principal, altamente reflectante (Stirling Silver), hasta el negro, existen cuatro tonalidades de plata adicionales, ninguna de las cuales se comercializa en el mercado. Estos tonos se han aplicado de tal manera que el difuminado es imperceptible, y luego hay tres tonalidades diferentes de verde y dos de azul para las líneas de brillo”.
Enfoque basado en plataformas. En este taller, los pintores siguen un enfoque basado en plataformas para compartir el volumen de trabajo. Como ejemplo, para un alerón delantero, tres o cuatro personas del equipo pueden trabajar juntas haciendo el trabajo de preparación. Luego dos pintores hacen el trabajo de aerografía y otros dos o tres se dedican a limpiar y pulir.
La báscula, un desafío. “En cualquier momento hay alrededor de cien componentes diferentes en rotación, además de todos los recambios que se necesitan en cada carrera, por lo que nos enfrentamos a una serie de desafíos únicos, uno de los cuales es la báscula”, añade.
“Mezclamos el color Stirling Silver en lotes de 12 litros en nuestras dos balanzas inteligentes y utilizamos el programa de software Phoenix de gestión del color. Cuando sólo quedan 3 litros, mezclamos otros 12 litros. Esto sería ridículo en un taller normal, pero para nosotros es fundamental”, explica.
Los expertos de este taller explican que “el aspecto final del Mercedes-AMG F1 W09 EQ Power+, el automóvil de este año, es increíblemente importante, pero siempre estamos pensando en el peso de cada componente”.
“Para nosotros todo se centra, en definitiva, en el peso y la aerodinámica. Una tolerancia aceptable para una pieza aerodinámica puede ser 0,3 mm, lo que sería ínfimo para la mayoría de talleres, pero a nosotros una tolerancia mayor nos puede causar verdaderos problemas”, añade.
