Chapa y pintura | Cómo conseguir un enmascarado perfecto en 15 pasos

Desde Crom Campus de Roberlo se muestra el proceso y las particularidades que debe tener cada uno de los pasos para lograr un acabado de gran precisión.

El proceso de enmascarado es un tipo de trabajo que exige una gran precisión
El proceso de enmascarado es un tipo de trabajo que exige una gran precisión

Desde Crom Campus el espacio formativo gratuito de repintado de automóviles y recubrimientos industriales de Roberlo, se muestran los procesos de trabajo que permiten conseguir un enmascarado perfecto: "Es un tipo de trabajo que exige una gran precisión para evitar que interfiera en el acabado final de la reparación".

Pasos que se deben seguir:

  1. Desmontar cualquier elemento que interfiera en el enmascarado, tales como pilotos, anagramas, guardafangos, molduras, rejillas, embellecedores o componentes de la carrocería como paragolpes. El desmontaje de estas piezas facilita los procesos de lijado, pero también agiliza el proceso de enmascarado, permite una mejor penetración de la pintura al reducir el número de juntas y holguras existentes entre componentes anexos, y evitan la aparición de pulverizaciones y bordes de pintura.
  2. Eliminar cualquier resto de polvo y suciedad superficial mediante un soplado con aire a presión.
  3. Efectuar una limpieza escrupulosa, tanto interior como exterior, de las piezas afectadas y de sus componentes limítrofes. Para ello, se utiliza agua limpia, paño de microfibra y jabón pH neutro.
  4. Retirar la suciedad escondida en galces, juntas y huecos de la carrocería mediante aire a presión. Tras este soplado, es común que parte de las partículas de suciedad se depositen sobre los paneles exteriores de la carrocería, por lo que se requiere un posterior soplado de los mismos para retirar esta suciedad.
  5. Desengrasar gomas y galces interiores que presentan baja adherencia, a fin de que la cinta de carrocero se adhiera correctamente y no se despegue durante la aplicación de pinturas o durante el secado.
  6. Introducir el vehículo en cabina.
  7. Colocar el burlete en todas las holguras existentes entre componentes amovibles de la carrocería (entre aleta y capó, entre puerta trasera y puerta delantera, etc.)
  8. Perfilar con cinta de carrocero adecuada en tipo y diámetro los contornos perimetrales de las piezas adyacentes a la reparación. En el caso de la existencia de gomas, la cinta de carrocero se sustituye por la cinta levanta gomas.
  9. Seleccionar el formato de papel o film más acorde a las dimensiones de la zona a enmascarar. En los formatos grandes, es necesario efectuar el corte del trozo necesario, por lo que al hacerlo es importante que dicho corte quede lo menos irregular posible.
  10. Posicionar el borde del papel o film escogido sobre el perfilado que se ha llevado a cabo anteriormente. Cuando se utilizan formatos grandes y, tras el corte, el borde del papel o del film ha quedado irregular, hay que tener la precaución de doblarlo hacia dentro para obtener un borde recto que facilite la colocación de la cinta y optimice el sellado del enmascarado.
  11. Colocar la cinta de carrocero sobre el borde del papel o del film, siempre y cuando el formato escogido no disponga de la cinta integrada. Al colocar la cinta es imprescindible que quede centrada sobre el perfilado, así como exenta de pliegues, aberturas y perfectamente adherida. Con ello se elimina el riesgo de que la pintura pulverizada se pueda introducir hacia las piezas no afectadas por la reparación.
  12. Preparar el enmascarado específico de aquellas zonas donde se realice un pintado parcial o un difuminado. En este sentido, existen dos formas de proceder: Si se trata de un pintado parcial, se aprovechan las nervaduras del panel para realizar el corte, por lo que sobre toda la longitud de dicha zona se coloca burlete o cinta de carrocero. En el caso de utilizar cinta de carrocero, su colocación consiste en pegar únicamente la mitad de su anchura para que se pueda voltear su otra mitad y conseguir que el borde de pintura generado no quede acusado. Para el supuesto de un difuminado de pintura, se deja el suficiente margen de pieza sin enmascarar y la zona de corte nunca se cierra con cinta, ambas acciones con el objetivo de evitar la aparición de bordes de pintura muy marcadas que dificulten el posterior proceso de pulido de integración.
  13. Enmascarar los pequeños elementos que puedan haber, ayudándose del cúter cuando sea necesario para obtener un perfilado perfecto.
  14. Realizar el enmascarado de las ruedas, teniendo en consideración que, si los guardafangos no se han desmontado, el papel de enmascarado se debe introducir entre el propio guardafangos y el perfil de la aleta para garantizar que el primero no resulte pulverizado.
  15. En el caso de tener que pintar llantas, la rueda se desmonta y se desinfla y, a continuación, se destalona el neumático para facilitar el enmascarado.

A priori, el proceso de desenmascarado no reviste mayor complicación, ya que en muchas ocasiones se realiza en unas condiciones en las que la pintura no está completamente seca. Es por eso que, para no comprometer la reparación efectuada hasta ese momento, el desenmascarado se debe realizar de la siguiente forma:

  • Retirar el burlete o la cinta que se haya utilizado sobre las zonas de corte propias de los pintados parciales o de la realización de difuminados de la pintura nada más que haya finalizado la aplicación, sin esperar a que la pintura seque, ya que así el degradado o el borde que se forma queda menos pronunciado.
  • Respetar el tiempo de secado de la pintura antes de proceder al desenmascarado, con la finalidad de que adquiera sus propiedades mecánicas finales y se elimine el riesgo de pelado. Si por algún motivo hay que sacar el coche de la cabina de pintado antes de que la pintura seque correctamente, se hace una apertura en el enmascaro del cristal para poder tener visibilidad y retirar el vehículo.
  • Una vez la pintura está suficientemente seca, el desenmascarado se inicia retirando con extremo cuidado la cinta que mantiene el papel o el film retenido en todo el perímetro de la zona reparada, de forma que se haga estirando de ella hacia el lado opuesto de la pieza pintada. Con ello, se rompe la película de pintura que mantiene unida la cinta al resto de la pieza y se elimina el riesgo de pelado. El proceso se repite con los tramos de cinta de perfilado colocados por debajo del enmascarado.
  • A continuación, se retira todo el papel o film que protege el resto del vehículo.
  • Se prosigue con la retirada del burlete, teniendo en cuenta que para ello no se debe estirar de él, sino abrir el componente donde se ubica y sacarlo con cuidado.
  • Finalmente, se realiza el desenmascarado de las ruedas y de cualquier pieza pequeña que haya habido que cubrir.

Tras haber escogido los productos de enmascarado adecuados en prestaciones y más acordes a las características de la reparación, solo queda efectuar un proceso de trabajo minucioso y ordenado que se aplique, tanto al enmascarar el vehículo como al desenmascarar, siempre teniendo en cuenta las indicaciones señaladas en este post. Con estas dos acciones, el proceso de enmascarado resulta más ágil, a fin de incrementar la productividad, sin que ello suponga una reducción en calidad del trabajo final.

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