Miguel Angel Cuerno, presidente de Ancera, se hizo eco al final del XXXI Congreso de la asociación, celebrado en Sevilla, del escándalo surgido en Francia por el presunto acuerdo ilegal entre Renault y PSA para incrementar artificialmente el precio de las piezas visibles de carrocería, protegidas por una norma que impide que otros fabricantes puedan comercializarlas en el país vecino.

Las dos empresas constructoras de vehículos habrían intercambiado información e “inflado” hasta un 15% los precios para esta clase de piezas, con lo que habrían obtenido un beneficio suplementario de 1.500 millones de euros en diez años, información publicada en medios locales.

Según una serie de documentos a los que ha tenido acceso la web de investigación Mediapart y la red europea EIC de colaboración en investigación para medios, este aumento artificial de precios se realizaba a través del software de afiliación Partneo. Los mismos medios explican que “gracias a complejos algoritmos y a la amplia base de datos creada por Partneo, los precios de ciertas piezas se incrementaban hasta en un 264%, como el caso de una protección de rueda del Dacia Sandero, o del 100% para un retrovisor del Clio III”.

Según calcula la EIC, este incremento afectaría a siete de cada diez piezas visibles de estos fabricantes. Partneo pertenece a Accenture y sus desarrolladores ya han interpuesto una demanda contra esta consultora por el presunto uso ilícito del software. Por su parte, Renault ha asegurado que las cifras publicadas por Mediapart no se corresponden a sus datos, mientras que PSA considera “infundadas” las acusaciones.

La agencia francesa antimonopolio fue alertada sobre este caso en 2017, que archivó por estimar que no tenía suficientes pruebas.