El mercado del vehículo industrial se caracterizará los próximos años por la estabilidad y por la hegemonía del diésel, según los datos aportados por MSI en el Congreso de Talleres de Vehículo Industrial, que ha tenido lugar en Motortec Automechanika Madrid.

“No creo que la propulsión eléctrica ni híbrida tenga un gran recorrido en vehículo industrial”, considera José Manuel López Montoya, director comercial de MSI. “Necesitan una gran autonomía y un sistema de propulsión que suponga poco peso”. Por otra parte, la normativa europea penaliza principalmente las emisiones de CO2 y no las de NOx, que son el mayor problema del diésel.

Para el experto, “el vehículo industrial será la barrera para evitar que se prohíba el diésel”. De hecho, la previsión es que este sistema de propulsión siga creciendo en los próximos años. “La toma de decisiones de los que nos dirigen en España no está siendo la más adecuada”, asegura. “Debería ponerse foco en 2040 para que la industria tenga tiempo de adaptarse, tal y como está planteando Unión Europea. Veremos lo que ocurre tras las elecciones”, añade.

MERCADO ESTABLE

Los datos de MSI señalan que más del 50% del mercado de vehículo industrial tiene más de diez años y casi el 32% menos de cinco años. Así, el parque de entre 6 y 10 años es el más escaso, debido a que la crisis económica desincentivó mucho la compra. José Manuel López explica que el vehículo industrial es un excelente marcador de la evolución de la economía, “es el primero que nota el freno o la aceleración de la actividad industrial”, apunta.

Respecto a las ventas de vehículo industrial, las previsiones para los próximos años son de estabilidad. En 2017 se matricularon 27.904 vehículos industriales nuevos, cifra que descendió ligeramente en 2018 (27.316) y que previsiblemente crecerá en 2019 (27.488) y 2020 (27.534).