Los defectos graves detectados por las ITV en furgonetas y vehículos de transporte ligero crecieron el 4,4% en 2013 respecto al año anterior, es decir, unos 1,4 millones más. Esta es una de las conclusiones alcanzadas por AECA-ITV tras analizar inspecciones realizadas a este tipo de automóviles durante ese año.

En este sentido, los defectos graves que más han aumentado respecto a 2012 fueron los relacionados con ejes, ruedas, neumáticos y suspensión (el 8,9% más), seguidos por los del sistema de dirección, con un incremento del 8,7%.

Respecto a los defectos leves, su aumento llegó al 11,1% en 2013. Los más comunes fueron los de alumbrado y señalización (35,3%), con gran diferencia respecto a los relativos a motor, transmisión, carrocería y chasis.

Los incrementos en los fallos detectados por estas estaciones se suelen corresponder con más entradas de vehículos en los talleres. Sin embargo, AECA-ITV asegura que más de la mitad de los vehículos de transporte ligero existentes en España no acudió a su inspección obligatoria en 2013, por lo que unos 2,5 millones de ellos estarían circulando con la ITV caducada.

De hecho, la patronal asegura que se deberían haber realizado 6,7 millones de inspecciones, y sólo se efectuaron 3,1 millones. Entre las razones de este absentismo, según AECA-ITV, se encuentra el temor a detectar defectos graves que supondrán reparaciones importantes y costosas.

Ante el hecho de que, en muchos casos, los conductores habituales de estos vehículos no son sus propietarios, la patronal insiste en que estos últimos sean conscientes de la importancia de la ITV en la detección “de posibles problemas que serán reparados posteriormente en los talleres, y que ponen en riesgo la seguridad del vehículo, de los ciudadanos en general, y de sus propios empleados en particular".