El cerco a los talleres ilegales en Zaragoza llevado a cabo en los dos últimos años por la Delegación del Gobierno en Aragón ya está dando sus frutos. Desde 2017 se ha investigado a 62 talleres en la capital, se han clausurado 17 y se han abierto 175 expedientes de sanción. En lo que va de 2019, ya se han iniciado cinco inspecciones y se han abierto 23 expedientes sancionadores. 

Sin embargo, estas actuaciones contra los talleres piratas están teniendo un efecto indeseado. Una vez erradicados prácticamente en la capital, se están desplazando a otros puntos de la provincia aragonesa, según informa el Heraldo.

La reunión del grupo de trabajo conformado por la Delegación, el Ayuntamiento de Zaragoza, la Inspección de Trabajo, la Guardia Civil, Policía Nacional y Local y miembros de la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza (Atarvez) hace unos días sirvió para hacer balance del trabajo realizado y afrontar la nueva situación. 

El hecho de que los dueños de talleres ilegales realicen ahora sus actividades en polígonos industriales y municipios del entorno metropolitano de la ciudad se debe a que consideran que pasan más desapercibidos para las autoridades.

La presidenta de Atarvez, Cristina Durán, señala que es mucho más difícil combatir los talleres ilegales en pueblos y polígonos, donde hay muchos garajes y cocheras que solo tienen una puerta a la calle y solo se abren cuando llega el cliente que ha conertado previamente una cita.

Aun así, Durán no cree que sea una tarea imposible erradicarlos. De hecho, dos representantes de la Diputación Provincial de Zaragoza se han unido a la mesa de trabajo de la Delegación para informarse sobre el problema y disponer los mecanismos necesarios para combatirlo.