La crisis del coronavirus cambiará los hábitos de la sociedad, tanto a nivel de ocio como en el ámbito laboral. Mantener las distancias sociales y evitar el contacto físico entre personas seguirá siendo primordial tras el estado de alarma, a fin de evitar la propagación del Covid-19. En países como Noruega, las empresas de reparación y mantenimiento de automóviles han comenzado a tomar medidas que permitan atender a los clientes sin contacto físico.
Los centros españoles ya han ido retomando su actividad y una de las acciones puestas en marcha para evitar el contacto físico consiste en que los clientes dejen las llaves del coche puestas para después el mecánico acceder al vehículo y proceder a su desinfección. A miles de kilómetros, el servicio Sharebox ha adquirido gran relevancia para los profesionales del sector. Este consiste en el intercambio de llaves entre la empresa y los clientes a través de una clave que cierra y abre una caja de seguridad, con el fin de evitar tener que organizarse en base a un horario estricto de apertura del taller.
Este tipo de plataformas tiene mucha fama en sectores como el alquiler de viviendas, pero el coronavirus y las nuevas necesidades harán que adquiera mucha fuerza en el sector de la reparación, favoreciendo la entrega y recogida de vehículos en cualquier horario.
"La nueva estación de servicio S18-Safe tiene más funciones que el simple intercambio de llaves. El valor real de esta taquilla está integrado en el software, donde las integraciones con los sistemas externos que se utilizan en la industria de la automoción, como los sistemas de pago y reserva, todo se unen. Nos concentramos en optimizar constantemente el software y agregar nuevas integraciones, para mantener nuestra S18-Safe ServiceStation la mejor del mercado", ha explicado Arne Eivind Andersen, CEO de Sharebox.
Este tipo de servicios contribuyen a la digitalización de los talleres de reparación y la experiencia del cliente, desde la entrega de las llaves del automóvil, el servicio de reparación y mantenimiento, el pago y hasta la recogida de las llaves de nuevo. El coronavirus ha obligado a buscar alternativas para evitar el contacto entre personas. La necesidad de estos cambios no debe entenderse como un desafío, sino como una oportunidad de mejora y de ofrecer servicios adicionales que agregarán valor a al negocio de reparación frente a la competencia.
