Coches que circulan solos y que pueden girar sus ruedas 90 grados, pudiéndose así desplazar lateralmente y aparcar en paralelo. No es ciencia ficción. Ya existe, aunque sea en versión prototipo. Su nombre es Schaeffler Mover, una plataforma eléctrica de conducción autónoma, flexible y de cero emisiones, que puede soportar una amplia gama de conceptos de vehículos (taxis robotizados, coches de reparto, etc.).

El Schaeffler Mover integra todos los componentes necesarios para la funcionalidad de la conducción (sistema de tracción, batería, sistema de frenado y dirección) en una sola unidad compacta de chasis modular. El sistema controla la dirección automática del vehículo y los módulos de las cuatro ruedas a través del Intelligent Corner Module de Schaeffler, que incluye un motor instalado en el interior de la rueda, cada una de las cuales tiene un ángulo de dirección de 90 grados.

El Schaeffler Mover utiliza el Space Drive, una tecnología esencial desarrollada por el fabricante para avanzar en la conducción autónoma y que alcanza ya su tercera generación y se está desarrollando para la producción en serie.

¿En qué consiste el Space Drive? En esencia, es un sistema de hardware y software que gestiona la conducción, el frenado y la dirección por cable, con lo cual los vehículos se guían siempre de forma segura y fiable usando sólo señales de control electrónicas. Space Drive es el primer sistema drive-by-wire del mundo y hasta ahora el único, enfatiza Schaeffler, con licencia para su uso en carretera y cuyo nivel de redundancia garantiza la seguridad funcional y la fiabilidad.

Los componentes y desarrollos de Schaeffler para los coches autónomos y la movilidad eléctrica están siendo protagonistas en la IAA 2019, el Salón del Automóvil de Frankfurt, que se celebra hasta el 22 de septiembre en la ciudad alemana. Además, se puede probar el Mover, toda una experiencia, en una zona exterior habilitada al efecto. Y la pregunta a hacer es: ¿quién y cómo se repararán estos dispositivos móviles?