La solidaridad es un poderoso motor para emprender un negocio. Fue este afán de ayudar a sus vecinos lo que movió a Chris Williams, un pastor de Texas (Estados Unidos), a abrir su propio taller de reparación para personas vulnerables de su congragación.

Se trata de un negocio sin ánimo de lucro que el pastor norteamericano se decidió a poner en marcha tras comprobar cómo algunos de sus vecinos no tenían el dinero suficiente para reparar sus vehículos o cómo otros negocios de reparación de vehículos se aprovechaban de las situaciones de vulnerabilidad de los clientes.

Madres solteras, personas en paro o esposas de ex militares son algunos de los colectivos que acuden al taller God’s Garage, que, con ayuda de voluntarios profesionales en mecánica, arregla los vehículos sin pedir nada a cambio.

Desde su apertura en 2012, el pastor Chris Williams ha señalado que ha reparado más de 200 vehículos y restaurado otra centenar de ellos. Muchos fueron los vecinos que ayudaron al pastor a poner en marcha este negocio sin ánimo de lucro.