La ministra de Medio Ambiente de Francia, Ségolène Royal, ha anunciado esta semana que el país galo podría prohibir la venta de algunos de los modelos diésel de las marcas Volkswagen y Renault debido a las conclusiones a las que se han llegado tras investigaciones realizadas a raíz del escándalo de las emisiones contaminantes.

Con estos estudios se pretende determinar los verdaderos índices de contaminación de ciertos modelos de coches. Royal ha indicado que los resultados se darán a conocer en el mes de diciembre, momento en el que sabrá el impacto real de la prohibición de la venta de estos automóviles.

Asimismo, la ministra francesa ha señalado su intención de “pedir a los defensores del consumidor y a los fiscales que comuniquen cualquier hallazgo que permita establecer si es necesario retirar las autorizaciones de venta” de algunos modelos de las mencionadas marcas.

Por su lado, el Grupo Volkswagen ha afirmado que el software que permite que algunos de sus vehículos diésel produzcan cantidades excesivas de NOx es legal en Europa, con lo que dicha norma permitiría a los fabricantes ajustar las emisiones contaminantes si fuera necesario para proteger el buen funcionamiento y la longevidad del motor del vehículo.

No es la primera vez que una empresa automovilística se encuentra con una situación de este tipo. Recientemente, en Corea del Sur, Volkswagen tuvo que pagar una multa millonaria y se paralizó temporalmente las ventas de parte de sus modelos.