Las lluvias intensas que se suelen producir al final de verano pueden suponer un peligro para los conductores y llegar a producir situaciones de aquaplaning, tal y como destaca la asociación Adine.

Dicho fenómeno es uno de los más peligrosos en la conducción y se produce cuando se circula sobre carreteras muy encharcadas, lo cual puede provocar la pérdida de adherencia con el asfalto y el control del vehículo, incluso con neumáticos en buen estado, ya que estos no pueden evacuar toda el agua de la carretera.

Para prevenir el aquaplaning lo más apropiado es mantener los neumáticos con la presión y la profundidad del dibujo adecuados, debido a que unos neumáticos sin la presión o profundidad adecuada son más propensos a perder adherencia fácilmente, subrayan desde la entidad.

Ante esto, Adine recuerda a los conductores la importancia de revisar de forma periódica el estado de los neumáticos, lo cual ayudará a que se encuentren en perfectas condiciones y tengan mejor agarre, garantizando una circulación segura en condiciones adversas.

Por otro lado, la organización señala que se pueden tomar una serie de precauciones para evitar estas situaciones de peligro. Así, destaca que es conveniente moderar la velocidad y conducir de forma muy suave, no dar frenazos bruscos ni cambios bruscos de dirección.