Recién iniciada la temporada estival, la iniciativa ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), integrada por una veintena de fabricantes de componentes de automoción adheridos a Sernauto, advierte sobre los efectos negativos que las altas temperaturas pueden tener en los frenos de los vehículos. Según explican, con temperaturas superiores a los 30 ºC, la capacidad de refrigeración de los discos y pastillas de freno disminuye, al igual que sucede con el líquido de frenos, aunque este último puede tolerar algunos grados más.

En verano, la evacuación del calor se vuelve más complicada, lo que puede llevar a la deformación de los discos y a la ebullición del líquido de frenos, comprometiendo así el correcto funcionamiento de los frenos. El sobrecalentamiento de los frenos debido al roce con los discos, la pérdida de fricción en las pastillas y la posible hervor del líquido de frenos son situaciones que pueden desembocar en una frenada menos efectiva, fenómeno conocido como "fading".

Por otro lado, el líquido de frenos, al ser higroscópico, puede experimentar el efecto "vapour lock" si hierve, lo que resulta en una disminución de la presión hidráulica y, por ende, en una pérdida de capacidad de frenado. Además, las altas temperaturas también pueden causar daños en otros componentes cercanos al sistema de frenos, como retenes y sensores ABS.

Recomendaciones para mantener la seguridad en la carretera

Ante la posibilidad de que los frenos sufran problemas debido a las altas temperaturas, desde ECEC aconsejan estar atentos a posibles síntomas como ruidos o vibraciones al frenar, un pedal de freno que se hunde o se vuelve duro, o una disminución en la capacidad de frenado. En caso de observar alguno de estos signos, es recomendable llevar el vehículo a revisión lo antes posible.

Los fabricantes de componentes de automoción también juegan un papel fundamental en la prevención de estos problemas. Es por ello que empresas especializadas en sistemas de frenado están invirtiendo en investigación y desarrollo para encontrar materiales que sean eficaces a diferentes temperaturas y que mejoren el comportamiento de los frenos. La búsqueda de nuevas composiciones de material de frenado es clave para optimizar la relación entre frenada, confort y desgaste.

Como medida preventiva, ECEC sugiere realizar revisiones periódicas a las pastillas y discos de freno, así como cambiar el líquido de frenos regularmente, especialmente antes de la llegada del verano, con el fin de evitar problemas relacionados con el calor. Asimismo, instalar componentes de freno de alta calidad puede contribuir a una mejor disipación del calor y a una mayor durabilidad de los mismos.

En cuanto a la conducción, se aconseja anticipar las paradas y reducir la velocidad de forma gradual en lugar de frenar bruscamente, ya que esto puede ayudar a prevenir el sobrecalentamiento de los frenos. En caso de sospechar un sobrecalentamiento o experimentar una disminución en la eficiencia de los frenos, es recomendable acudir a un mecánico para una revisión profesional.