Tenneco ofrece a los talleres una amplia gama de recambios de filtros de partículas diésel (DPF) para la posventa independiente, que comercializa a través de la marca Walker.

Este DPF combina el catalizador y el filtro de partículas diésel en una pieza ligera y fácil de instalar. Cada unidad, que necesita cambiarse entre 80.000 y 120.000 kilómetros de servicio, está diseñada a medida para cada vehículo siguiendo el proceso de regeneración preferido por el fabricante y ofrece una eficacia de filtración de más del 95%.

En opinión de François Vandenbroucke, director de producto de control de emisiones para la posventa de la zona Emea de Tenneco, es “una solución completamente homologada, con calidad de primer equipo que puede ayudar a los instaladores a resolver de forma rápida y eficaz problemas relativos al control de emisiones en numerosos modelos de vehículos populares”.

Desde que en 2008 Tenneco introdujera su gama Walker DPF en la posventa europea, millones de vehículos en todo el continente van equipados con esos filtros, que eliminan las partículas en suspensión emitidas por los motores diésel y por un menor número de motores de gasolina.