El parque automovilístico español contará con más de nueve millones de turismos conectados en 2025. Esto supondrá alrededor del 35% del total, según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). De estos, las tres cuartas partes incluirán conectividad de serie y en el resto la conectividad será de terceros.
La patronal de la distribución calcula que en menos de una década todos los vehículos con menos de cinco años de antigüedad tendrán conexión a Internet. Así al menos ha quedado patente durante la jornada “Ganvam Conecta” celebrada este jueves, cuya apertura corrió a cargo de la directora de la Oficina de Estrategia de Movilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Ángeles Marín.
Durante la misma Pere Navarro, director general de DGT; Javier Gutierrez, director de Estrategia y Desarrollo de Red de Telefónica España, y Carlos Bergera, responsable de relaciones externas Smart Mobility de Iberdrola, abordaron los desafíos a los que se enfrenta la movilidad conectada de cara a la estrategia que el Mitma diseña para 2030.
Dicha movilidad se enfrenta, por un lado, a los retos regulatorios que no supongan un freno a la innovación, y por otro, a los retos tecnológicos marcados por el desarrollo de la tecnología 5G. Este último es un camino en el que España se sitúa como uno de los países europeos más avanzados tras Alemania, Italia y Países Bajos. No obstante, tal y como apuntó el portavoz de Telefónica, mientras este despliegue llega, “el habilitador a corto plazo para impulsar la movilidad conectada con las redes existentes es el smartphone, que lo llevan conductores, peatones y ciclistas”.
Añadió que las capacidades de conectividad de las redes actuales “nos permiten, en paralelo al desarrollo de las redes de última generación, ir construyendo las bases para que los usos actuales alcancen su máximo exponente en los próximos años. Hay gran cantidad de datos a los que ya podemos sacar partido sin esperar al pleno desarrollo del 5G".
Ecosistema de movilidad conectada
En cuanto a los retos regulatorios, apuntaron a la necesidad de un marco normativo que regule el acceso a los datos que generan los vehículos conectados y cuya información supondrá la base para el desarrollo de los servicios de movilidad. Una movilidad que será intermodal y orientada al ciudadano, pero además, como matizaron desde Iberdrola, irá impulsada con energía limpia para contribuir a los objetivos de descarbonización.
En este sentido, volcar a la DGT de manera anónima los datos obtenidos mediante geolocalización permitirá reordenar el tráfico en las vías urbanas e interurbanas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir la siniestralidad. “El anonimato es la base para generar la confianza y animar a que todos los usuarios formen parte de la movilidad conectada”, matizó Pere Navarro.
Durante la jornada se resaltó la importancia de la colaboración entre los distintos actores para acelerar la creación del ecosistema de movilidad conectada. También remarcaron la importancia de la transversalidad y las alianzas entre el sector público y privado.
