El 39% de los españoles estaría dispuesto a comprarse un vehículo de bajo coste el próximo año, según revela el informe El Observador del Automóvil 2010, presentado por Cetelem en el XIX Congreso Nacional de la distribución de automoción de Faconauto.

El informe, realizado a partir de una muestra de más de 1.000 consumidores españoles y 3.600 europeos (en colaboración con seis países: Francia, Italia, Portugal, Alemania, Bélgica y Reino Unido), constata que, en época de crisis, los automovilistas españoles se mueven por el precio. El 73% de los españoles asegura que comprar un producto low cost es una actitud de consumo inteligente que permite ahorrar para lo imprescindible, frente al 53% de los europeos que declara que la mejor manera de ahorrar en automoción es comprarse un vehículo low cost.

España es, junto a Portugal, el país con mayor reducción del presupuesto familiar en 2010. Quizá por este motivo el 60% de los españoles afirma no estar dispuesto a pagar más de 12.000 euros por un coche en su próxima compra. El precio parece seguir siendo un factor clave para el comprador, aunque no es el único; muestra de ello es que el 62% de los españoles valora como lo más importante el confort, y por eso el 40% cree que en su próxima compra se decantará por una gama menor pero con extras. 

Por otro lado está la cuestión de la confianza y la marca, y es que el 70% de los españoles afirma que no compraría un coche por menos de 8.000 euros, y el 59% reconoce que no todos los fabricantes pueden comercializar automóviles low cost.