El BMW Serie 7 2015, que saldrá al mercado el próximo mes de octubre, será el primer vehículo que se comercialice capaz de aparcar sin que su conductor esté al volante. Así lo ha anunciado la marca, que añade que este coche también será capaz de reconocer algunos gestos del automovilista para ejecutar funciones.

Para estacionar el vehículo de forma autónoma se empleará la propia llave del coche, denominada BMW Display Key. Gracias a ella, el conductor podrá introducir y sacar el vehículo de una plaza de aparcamiento de manera automática sin encontrarse en su interior. El coche se encarga de realizar las maniobras asociadas para evitar colisiones.

Para activar esta función, el coche debe encontrarse en un ángulo de máximo 10 grados en relación con el espacio que se pretende ocupar. La distancia que el coche puede recorrer como máximo al entrar o salir de una plaza de aparcamiento no debe exceder 1,5 veces su longitud total.

El Serie 7 también incorporará el sistema iDrive de BMW, que permitirá aceptar o rechazar una llamada de teléfono o controlar el volumen de la música con sólo mover una mano, gestos que el vehículo captará gracias a un sensor 3D. Se trata de innovaciones que los talleres de reparación deberán tener en cuenta, ya que no tardarán en pasar por sus instalaciones.