Estados Unidos, años 20. En plena Prohibición norteamericana (1920 -1933), los contrabandistas de alcohol montaban su cargamento en rápidos coches que burlaban a los de las autoridades. Aquellos 'Moonshine Runner' ('moonshine', por el licor, sucedáneo de whisky fabricado a partir de maiz, patata..., que cargaban, y 'runner' por su velocidad) participaban también en carreras ilegales, precursoras de la actual Nascar.

Probablemente, el más famoso de todos fue el Ford A Roadster, un modelo fabricado entre finales de los 20 y principios de los 30. Varias partes de ellos acabaron en una antigua granja en el estado de Iowa (en el 'mid-west') donde el artista aerógrafo austríaco Knud Tiroch las descubrió. "Estaba cautivado por la historia del Ford y decidí resucitarlo como un coche de carreras para recordar su pasado salvaje y accidentado bautizándolo como Speed Rod", explica Tiroch.

Su experto en carrocería, Günter Neubauer, trabajó con documentos históricos para reconstruir las partes de estructura y tapicería que faltaban. Toda la aplicación de masilla y pintura se llevó a cabo en el Centro de Formación que Spies Hecker tiene en Colonia (Alemania).

Según Jörg Sander, líder de formación de la marca de pinturas en Alemania, "nuestro equipo trabajó casi dos semanas en la preparación y pintura del coche. No vemos vehículos como Speed Rod todos los días, así que fue un reto y todos lo disfrutamos”. Sander dice que los requisitos fundamentales para el acabado de la pintura fueron "un brillo profundo y una gran durabilidad. Decidimos utilizar el barniz Permasolid HS Speed 8800 de rápido secado para la capa final del sistema de pintura".

El diseño de Speed Rod, que con un peso de 650 kg, monta un motor de 450 cv, representa visualmente el concepto de velocidad y en la reducción de la carrocería del coche al mínimo absoluto. "Desde el principio, sabía que quería rojo fuego como color clave", Tiroch recuerda. "Todo el coche se ha pintado con Hi-TEC 480 RAL 3000 Rojo Fuego y sólo la cabina del conductor y la parte inferior del motor se pintaron con un patrón de bandera a cuadros blanco y negro. Estos toques estilísticos dan al coche un aspecto muy limpio, de modo que todavía se ve como un Moonshine Runner de la década de 1930".

"Hemos sido fieles a la forma y silueta de Speed Rod -no hay piezas adicionales o añadidos innecesarios al coche-. Queríamos demostrar que un poco de creatividad moderna, habilidad técnica y materiales se pueden obtener resultados increíbles", concluye Tiroch.

Para celebrar esta restauración, Spies Hecker ha lanzado un concurso, promocionado en Facebook, en el que puedes conseguir un reloj de pulsera.

En www.spieshecker.es/speedrod puedes encontrar un vídeo y más detalles sobre Speed Rod y si quieres ver más trabajos del aerógrafo y artista de tuning Knud Tiroch, los puedes encontrar en hotrodhangar.com.