La seguridad de los profesionales dentro del área del trabajo de los talleres es un aspecto fundamental que cada día está más presente en los procesos de reparación de los vehículos.

Por ello, los técnicos cada vez toman más conciencia de lo importante que es utilizar los elementos necesarios que permitan aislar manos, cara o cuerpo de quemaduras o chispas que se puedan producir.

Entre los protectores más importantes, explica Loctite en un artículo que publica en su blog, se encuentran las caretas de soldar, que permiten preservar los ojos de cualquier posible accidente.

Además, estas máscaras, cuyo uso se recomienda en los códigos de prevención de riesgos laborales, son muy importantes ya que aíslan a los profesionales de los efectos negativos de los rayos infrarrojos o ultravioleta, así como de otros elementos que puedan afectar en los ojos.

En la actualidad existen caretas de casco o termoformadas, que permiten dejar las manos libre y controlar mejor el arco de soldadura. No obstante, hay técnicos que prefieren las de 'a una mano' por su comodidad para comprobar el trabajo realizado o por si tienen que emplearse en espacios reducidos, apunta el post.

En cuanto a las eléctricas, poseen un visor con células fotosensibles que regulan la cantidad de luz que entra. Así, subraya Loctite, se oscurece el visor, con el fin de que los rayos ultravioleta o infrarrojos no dañen, y permita comprobar la evolución de la soldadura.

Asimismo, los técnicos de la firma subrayan en el artículo que estos elementos permiten trabajar en espacios pequeños y no hay que detener el proceso de soldadura porque se reajusta la luminosidad de su pantalla automáticamente.

Por último, los profesionales recuerdan que estas máscaras evitan riesgos en la vista, permiten ajustar el nivel de oscurecimiento al tipo de soldadura y evitan quemaduras producidas por las chipas.