El verano terminó, pero la carga de trabajo no baja. Es una realidad que están viviendo los talleres de Tenerife, en quienes encontrar un hueco en su agenda se hace cada vez más complicado. "Aceite, cambios de filtros, niveles, presiones", explica desde su taller Francisco Roca, en una entrevista con la Radio Televisión Canaria.

Los motivos detrás de esta sobrecarga de trabajo en la isla son de sobra conocidos en el sector. Por un lado, el aumento de la edad media del parque. El aumento del precio de los vehículos está provocando que no se renueven, aumentando el número de averías, así como el intento de sus conductores por tenerlos en buen estado, dada la imposibilidad de acceder a uno nuevo. Por otro, el aumento del mercado de segunda mano.

"Los vehículos son cada vez más caros, traen cada vez más tecnología", explica Juan Antonio Jiménez, presidente de Femete. "Estamos yendo al vehículo de ocasión, de segunda mano y eso nos trae mucho más trabajo", explica Roca.

Falta de relevo generacional

El escenario sería idílico si no fuera porque los talleres de la isla no son capaces de absorber tanto trabajo. Esto es debido fundamentalmente a dos asuntos: la escasez de recambios y la falta de mano de obra. "El problema ya no es que tengamos muchísimos coches, sino que la mayoría de talleres los recambios es muy complicado conseguirlos", explica Roca.

No menos importante es la falta de relevo generacional en el sector, a la hora de atender operaciones. "Es una dificultad encontrar profesionales que quieran seguir", expone Jiménez.