Seis de cada diez transportistas estaría de acuerdo con que se estableciera una profundidad mínima en el dibujo del neumático, algo que ahora es obligatorio en los turismos, pero no en los camiones. Es una de las conclusiones de la encuesta 'Seguridad, medioambiente e innovación' elaborada por Continental y Fenadismer entre todos los socios de la federación de transportistas, y a la que han contestado 240 empresas.

Así, sobre este asunto concreto, Jorge Cajal, director de comunicaciones y relaciones externas de Continental, ha definido como "anacrónico" que esto no sea un requisito obligatorio, y subraya que en Portugal y Francia sí lo es. Explica que Continental lo ha planteado en la DGT y en las administraciones competentes y considera que es cuestión de tiempo que se exija, sobre todo porque la mayoría de transportistas están dispuestos a autoimponérselo, como demuestra la encuesta.

El tacógrafo inteligente no "aporta ventaja"

Otras de las conclusiones de la encuesta es que solo un 20% de las empresas está preparada para instalar en su flota el tacógrafo inteligente de segunda generación, que será obligatorio para los camiones que realicen transporte internacional desde el 1 de enero de 2025. El 45% asegura no poder instalarlo debido a su elevado precio y el 30% porque tiene problemas para poder adquirirlos.

Además, siete de que cada diez transportistas no encuentra ninguna ventaja en el tacógrafo inteligente de segunda generación. Un 18% mencionan las ayudas y un 8% habla de evitar inmovilizaciones, ya que el nuevo tacógrafo registra de forma automática el cruce de fronteras y el conductor no necesita parar para introducirlo manualmente. 

Por otro lado, la mitad de las empresas de transporte considera que la sostenibilidad es muy o bastante prioritaria, pero el 63% de ellas compraría ahora mismo un camión de gasóleo. Solo un 3% de los transportistas pagaría un camión eléctrico puro, un 11% apostaría por un híbrido y un 20% por otra energía, como el gas natural.

El precio sigue limitando la renovación 

A la hora de decantarse por un modelo de camión u otro, la relación calidad-precio es lo más importante para el 21% de las empresas, pero también tiene mucho peso asegurarse de si el camión cumple con las normativas europeas (es lo más importante para el 17% de las empresas).

Entre los motivos para comprar un camión quedan rezagados los relacionados con la sostenibilidad: solo el 8% prioriza la reducción de emisiones y un 7% la reducción en el consumo de combustible.