Nada menos que 45 años de experiencia le permiten ser una voz autorizada para hablar del sector. Empezó a trabajar a los 16. Ahora, a los 61 años, Ricardo Pérez, responsable de talleres Tauro & Richard, habla sin tapujos. Con la ilusión de alguien enamorado de su profesión y, al mismo tiempo, con pesar porque los tiempos están cambiando y, en su opinión, no necesariamente lo están haciendo a mejor.

Junto a él, en su taller de 400 m2, trabajan cuatro personas más: un mecánico, un chapista, un pintor y una administrativa. Sostiene que nunca ha faltado el trabajo, aunque “ya no se gana tanto dinero como antes”.

Pérez abrió el negocio junto a un socio, ya jubilado, en 1994 en el polígono Aperribai de Galdakao, un municipio en el extrarradio de Bilbao. Casi treinta años después, sigue dedicándose a la carrocería y a la mecánica en general de forma “totalmente independiente”, sin pertenecer a ninguna red, algo a valorar dados los cambios que están tensionando al sector.

Y es que asuntos como las nuevas normativas medioambientales o la llegada de los nuevos vehículos híbridos y eléctricos “no están suponiendo ningún trauma”, aunque duda de la viabilidad de los mismos. “Estamos haciendo cursos para adaptarnos, pero notamos que nadie quiere un eléctrico. Se está perdiendo la libertad de elegir”, defiende.

RENTABILIDAD Y ASEGURADORAS

El mayor problema al que se enfrenta el sector, a su juicio, es la rentabilidad. “Ya no es un negocio tan lucrativo como antes”, expone. “Ha subido todo tanto, que ni aún subiendo el precio de la mano de obra muchas veces es rentable”. Y lo hila con la problemática con las aseguradoras o de renting. “Los márgenes cada vez son más estrechos y las compañías cada vez aprietan más. Ha pasado siempre, pero ahora todavía más”, justifica.

Eso no significa que Ricardo Pérez haya perdido la ilusión por seguir reparando vehículos en sus instalaciones. “Es un trabajo muy satisfactorio, que es bonito y muy entretenido”, defiende. De hecho, no entiende los actuales problemas del sector para encontrar mano de obra. “Yo les recomendaría el sector a los jóvenes. Es cierto que hay mucha escasez de mano de obra. Ya no salen mecánicos como antes. Los buenos están todos trabajando y eso es señal de que es un trabajo que merece la pena, a pesar de que no siempre salgan las cosas bien, como en cualquier trabajo”, razona.

Otro de los aspectos que Pérez destaca es cómo está cambiando la relación con los clientes. La llegada de internet y de las temidas reseñas aprietan a muchos negocios pequeños como este. “Ahora mismo, estás indefenso. Estás a expensas de que un mal comentario te perjudique porque cada vez hay más gente que mira estos comentarios, aunque muchas veces no son garantía de nada”, advierte. “A mí me ha pasado. Tuve una clienta que dijo cosas que no eran ciertas, que la traté mal y no puedes hacer nada”, justifica.

Ricardo Pérez ve, a pesar de todo, el futuro con cierto optimismo, como el que ve cerca el fin de su carrera laboral. “Todavía me quedan 4 o 5 años para jubilarme, así que nos queda trabajo”, concluye.

Este artículo forma parte del Manual de Manual del Taller de Electromecánica y Diagnosis 2023 elaborado por Infocap. Aquí puedes conseguirlo.