A pesar de la proliferación de motorizaciones alternativas, parece que los propulsores de combustión interna todavía no han dicho su última palabra. Así se desprende del proyecto e-benzin que está desarrollando Audi, consistente en un compuesto que no deriva del petróleo y podría sustituir en el futuro a la gasolina convencional.
La marca busca la rentabilidad del uso de combustibles sintéticos que permitan reducir el impacto medioambiental de los motores de combustión interna, reduciendo sus emisiones.
Actualmente se emplea biomasa, hidrógeno, agua, CO2 y energía solar para su producción, lo que permite obtener emisiones de dióxido de carbono neutrales, aunque en un futuro Audi espera eliminar incluso la biomasa para rebajar su dependencia de este material.
De momento el proyecto e-benzin está en fase experimental, aunque ya se ha logrado sintetizar. Ahora se deberá probar este combustible en laboratorio y motores. Según la enseña, al no incorporar azufres ni bencenos, e-benzin consigue una combustión limpia y permitirá a los motores emplear relaciones de compresión elevadas con mayor eficiencia.
Audi ya desarrolla otros proyectos basados en combustibles sintéticos como el e-gas, que ya produce a nivel industrial, e-ethanol o e-diesel.
