La calle no es ni un concesionario ni un negocio de compra-venta de coches. Al menos así será a partir de 2010 en Vitoria, cuyo ayuntamiento prohibirá la venta de coches en la calle. Ni siquiera los particulares podrán colocar el famoso cartelito de Se vende en sus coches. Tendrán que recurrir a anuncios por palabras u otros medios.

Esta es una reivindicación que llevan realizando los concesionarios y los talleres de toda España desde hace tiempo. También los vecinos, que ven cómo las calles se convierten en escaparates de coches que ocupan espacios de aparcamiento durante mucho tiempo. La Policía de Vitoria sólo puede multarles con 30 euros por no mover el coche en siete días. A partir de 2010, a los que lo intenten les saldrá más caro.

Los negocios de compra-venta de vehículos legales deben enfrentarse a la competencia desleal que plantean los irregulares, que promocionan sus vehículos en plena calle y no ofrecen ningún tipo de garantía al consumidor, algo a lo que sí están obligados los profesionales (ver noticia).

Algo similar ocurre con los talleres de reparación clandestinos que, en época de crisis, proliferan de manera alarmante. En este sentido, talleres de distintos lugares de España están presionando a las autoridades para que persigan estas actividades (ver noticia).