Cuando llega el calor, la mejor opción es conducir con neumáticos de verano, tanto por seguridad como por ahorro de combustible. Este es el mensaje que Bridgestone ha transmitido a los conductores, a los que recuerda la conveniencia de sustituir sus cubiertas de invierno si no lo han hecho ya.

En concreto, propone una regla para que los conductores recuerden efectuar el cambio de neumáticos de invierno a verano y viceversa: hacerlo cuando se cambie la hora. Por ejemplo, el cambio sería de horario de invierno a horario de verano, de neumáticos de invierno a neumáticos de verano.

El fabricante aconseja a todos los automovilistas que todavía circulan con neumáticos de invierno que, con urgencia, cambien a neumáticos de verano. Esto se debe a que los compuestos más blandos y los diseños de la banda de rodadura especiales de los neumáticos de invierno, los hacen menos adecuados cuando las temperaturas aumentan.

Bridgestone asegura que, según las condiciones de la carretera y de la temperatura, las diferencias de rendimiento entre los neumáticos de invierno y los de verano, en términos de frenado o manejabilidad, pueden variar entre el 30% y 8%, respectivamente.

Así, en algunos casos, en situaciones de lluvia o pavimiento mojado, un vehículo equipado con unos neumáticos de verano de buena calidad tendrán una distancia de frenado hasta el 30% más corta que otro con neumáticos de invierno, en una temperatura ambiente de aproximadamente 30°C.