Vivimos una época convulsa y de fuertes, y vertiginosos, cambios. Y, al menos energéticamente hablando, gran parte de ellos van encaminados a la preservación de un planeta que lleva décadas lanzando gritos de auxilio. Algo que, por otro lado, ha derivado en multitud de restricciones a la circulación de los vehículos de mayores emisiones de CO2.

Por todo ello, y bajo el amparo de la movilidad sostenible, 2024 se antoja como un año fundamental de cara a abordar los múltiples retos que la industria de la automoción tiene en España. Algo que, como os podéis imaginar, nos lleva a poner el foco sobre algunos de los más destacados y representativos.

Movilidad sostenible

La movilidad sostenible se erige, sin ningún atisbo de duda, como el eje tractor de todos los cambios habidos y por haber dentro del mundo del motor. Que la movilidad sigue un camino sostenible es toda una realidad. Y es que no podemos olvidarnos de que 2035 será el año en el que la Comisión Europea ponga fin a la venta de vehículos de combustión. Siendo sustituidos por distintas alternativas de emisiones cero. Por todo ello, los años venideros son clave para ir dando pasos, tanto social, como empresarial y políticamente hablando, en dicha dirección.

No obstante, no se trata solo de una cuestión de prohibiciones o de dinero. Y es que, más allá de apostar por el ahorro y la búsqueda de un seguro de coche económico adaptado a ti y a los tuyos, dichas señales no dejan de ser fiel reflejo de un cambio de paradigma que busca la sostenibilidad de nuestro propio planeta. No en vano, y más allá de los signos claros de agotamiento, desde 2016 más del 90% de los habitantes de nuestras ciudades respiran un aire que no cumple con los estándares mínimos de calidad establecidos por la OMS.

Por todo lo anterior, la solución para reducir la huella de carbono y las emisiones de gases nocivos pasa, más allá de los avances tecnológicos de los últimos años (nuevos tipos de combustibles, mercado eléctrico, etc.), por educar. Cambiar la forma de pensar para cambiar la forma de actuar.

Renovación del parque y fortalecimiento de infraestructuras

De poco sirve invertir en nuevos modos de automoción más sostenibles si la sociedad no los adquiere. Por ofrecer solo un dato, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), alrededor del 70% de los más de 30 millones de vehículos registrados en nuestro país tienen más de 10 años. Y más allá de la toma de conciencia, el 60% de los consumidores estaría dispuesto a dar el salto a la movilidad sostenible, la renovación de dicho parque pasa por la creación de una red de ayudas con las que fomentar el cambio.

Por otro lado, también resulta imprescidible disponer de los mecanismos necesarios para activar su funcionamiento. Es decir, y se trata de un ejemplo claro, ¿qué ocurriría si ahora mismo todos nos pasarámos a los eléctricos enchufables? Pues que ni habría potencia suficiente para abastecernos, ni puntos suficientes para hacerlo. Por todo ello, apostar durante los próximos años por el fortalecimiento de las infraestructuras existentes y por la creación de otras muchas se entiende como capital.