Es bien seguro que nuestro vehículo necesitará de algún que otro recambio tarde o temprano. Ya sea debido a accidentes, a un defecto de fabricación o al puro desgaste. Por otra parte, quizá deseemos realizar alguna que otra modificación funcional o estética.

La pregunta es… ¿a dónde debemos acudir?

El automóvil, ese mecanismo complejo

Exactamente… ¿qué lleva a un coche a la jubilación? Bueno, puede tratarse de una avería que ya no merece ser reparada debido a su alto coste y a la edad del coche en cuestión. O tal vez se trate de un problema severo de chapa. O, simplemente, se deba a que su propietario desea adquirir un nuevo modelo. En cualquier caso, y aunque alguno de los componentes principales haya dejado de funcionar, siempre habrá un gran número de piezas que puedan seguir siendo útiles. ¿Por qué no aprovecharlas?

Recambios y accesorios de coches de segunda mano vas a encontrar a montones. Un mercado que nunca pierde comba debido a varios factores. El primero resulta obvio: el precio. Y es que un recambio de segunda mano puede ahorrarte enormes cantidades de dinero. Ten en cuenta que la otra opción es dirigirse a la fábrica (si es que sigue generando recambios) y aceptar el desembolso de una pieza totalmente nueva. Algo que quizá no puedas o no quieras afrontar. ¿Tiene sentido esforzarse en adquirir un conmutador totalmente nuevo para un coche con doce años? Seguramente no.

El segundo factor a tener en cuenta es que estas piezas cuentan con ciertas garantías por parte del vendedor y suelen durar muchísimo tiempo.

Una opción más a la hora de personalizar tu automóvil

Los desguaces y tiendas de repuestos de segunda mano te permitirán acceder a opciones de personalización abundantes y a buen precio. Porque puedes jugar a combinar colores de un mismo modelo para elementos como capós, faldones o defensas.

Y también porque te permite adquirir esos extras que no contrataste en su día (o que sencillamente no posees al haber adquirido el vehículo de segunda mano). La lista es extensa: tapas de gasolina cromadas, alerones, sillones, spoilers, difusores, coletas de escape, llantas… Piezas que quizá no consigas en ninguna otra parte.

Igualmente, quizá logres encontrar alguna que otra variación respecto al acabado o al color. O compatibilidades respecto a modelos más recientes. Y a precios que pueden variar entre un 50 y un 70% más barato.

Garantías de uso y las bondades del reciclaje

Ten en cuenta que los puntos de venta tienden a ofrecer cierta responsabilidad respecto a las piezas. Hablamos de garantías de funcionamiento de varios meses e incluso, en algunos casos, la posibilidad de devolverlas durante las semanas posteriores a su adquisición. Así pues, puedes acometer tus compras con total tranquilidad.

Un último aspecto a tener en cuenta (aunque muy significativo) es que el comercio de segunda mano contribuye a la reducción de emisiones y a una menor generación de residuos. Aprovechar componentes usados es, en esencia, reciclaje. Y favorece la existencia de pequeñas y medianas empresas dedicadas a su compraventa.

En resumidas cuentas…

Valora siempre la opción de recurrir al mercado de segunda mano. Por su rentabilidad, por las amplias posibilidades que ofrece e incluso para contribuir a la sostenibilidad de nuestros entornos naturales.