Ha llegado la hora de presionar a la Administración para que amplíe las ayudas a la compra de coches. Los concesionarios auguran que tendrán que despedir en el segundo semestre a unos 8.000 trabajadores, la mayoría personal muy cualificado, a causa de la caída en las ventas que provocarán el agotamiento del Plan 2000E y la subida del IVA.  

Así lo avisa su patronal, Faconauto, que recuerda que el coste anual para la Seguridad Social en subsidios de desempleo para todas estas personas rondaría los 102,5 millones de euros. Es decir, la negativa a prorrogar las ayudas no sólo no ayudará a las administraciones a ahorrar dinero, sino que tendrá un coste social en desempleo.

Además, tal y como han explicado los concesionarios en anteriores ocasiones, sus fuerzas de ventas se han visto ya muy reducidas debido a la crisis de ventas. Por eso, muy posiblemente tendrán que recurrir a sus áreas de posventa a la hora de recortar personal en el futuro (ver noticia).

Los concesionarios denuncian el riesgo y las graves consecuencias de los despidos como estrategia de presión a las administraciones para que continúen con las ayudas a la compra de coches, estrategia que ya han seguido en anteriores ocasiones.