Practicar el putt en un pequeño campo de golf cubierto, probar el sistema de tracción integral X-DRIVE de BMW sobre plataformas especiales de pruebas o comer por 12 euros mientras al coche le cambian el aceite y los filtros. Esto es lo que se pueden encontrar los clientes de un concesionario BMW y Mini de Leganés (Madrid), llamado Momentum.

Este nuevo concepto permite que la atención al cliente adquiera un nuevo significado. El objetivo: que el cliente se encuentre lo más cómodo posible mientras espera a que su coche esté listo. Este concesionario incluso se plantea la posibilidad de incorporar una peluquería en el futuro. Así, sus clientes aprovecharán para arreglar su coche y su peinado.

Esta idea ha sido tomada de un establecimiento similar situado en Houston (Texas-Estados Unidos), que visitó uno de los miembros del consejo de administración de este concesionario. Momentum también cuenta con un espacio para exposiciones artísticas, un paso más en el entretenimiento del cliente.

Este tipo de iniciativas persiguen, sobre todo, fidelizar a los clientes del taller. Gracias a estas posibilidades de entretenimiento, el cliente se encuentra a gusto mientras su vehículo es reparado e, incluso, aprovecha su visita al concesionario para realizar otras tareas, como comer y, en el futuro, cortarse el pelo. Por tanto, las posibilidades de que repita experiencia aumentan considerablemente.