Un túnel de inspección capaz de revisar en diez segundos la carrocería de un vehículo para detectar defectos en la pintura. Se trata de un desarrollo realizado por la empresa valenciana Icemi que se está exportando a todas las plantas de Ford a nivel mundial y que ya funciona en la fábrica de la marca en Almussafes (Valencia).

Este túnel de inspección se compone de luminaria y entre doce y dieciséis cámaras capaces de detectar los defectos de pintura, que proyectan en unos paneles informativos para que los visualicen los operarios situados en una línea de reparación.

Según la empresa, el sistema realiza la inspección completa en sólo diez segundos y no se le escapa ni una sola mota de polvo. Un desarrollo que, en el futuro, podría llegar a los talleres de reparación de carrocería para mejorar aún más la calidad de su trabajo.