El 13 de diciembre de 2021 el volcán 'Cumbre Vieja', en la isla de La Palma, dejó de emitir lava a la superficie. El fin de la erupción se oficializó por los científicos días después, el 25 de diciembre del mismo año. Fueron, en total, 85 días de actividad volcánica y de destrucción. Han pasado dos años desde entonces. 731 días en los que la vida y la normalidad ha ido regresando a los negocios de la isla, también a los talleres.

Con motivo de su 45º aniversario, Asintra quiso tener un recuerdo con los negocios de reparación afectados. En un vídeo, algunos de ellos compartieron su historia y cómo, poco a poco, y con mucho esfuerzo han conseguido volver a la normalidad.

Es el caso de Lucas Díaz Cabrera, del taller 'Ludicar Auto', en Los Llanos de Aridane. Desalojado de su casa por el volcán, tuvo que redoblar esfuerzos para tratar de salir adelante. "Tuve que seguir trabajando siendo desalojado. Tenía que ir a 'Las Manchas' para poder limpiar mi casa. Físicamente era muy duro", recuerda.

Desalojado en casa y trabajando en el taller

Lo más duro que recuerda fueron los días peleando por mantener el taller en pie. "Llegar un lunes y encontrarte el taller con dos dedos de ceniza, tener que limpiar el taller completo. Ver las planchas como se doblaban del peso de la arena y ver a los chicos trabajando encima de las planchas, tener que cambiar todo el techo.. nos supuso una labor de doble esfuerzo y de un cansancio enorme", destaca.

"Por suerte, hemos vuelto a la normalidad, gracias a Dios. El trabajo se ha recuperado un poco, no hay que estar limpiando ceniza y esperemos que el futuro siga a mejor", confía.

Otro ejemplo es el de Alejandro, del taller 'Logacar Aridane'. En su caso, a pesar de recuperar una cierta normalidad, cuenta como las consecuencias siguen afectado a los vehículos. "Los filtros interiores, el aire acondicionado lleno de arena, el tema de los óxidos en los bajos, los turbos. El motor nota ese aire contaminado por la arena del volcán", manifiesta.

"A día de hoy, entramos un coche y sigue habiendo arena. Sacamos un faro y sigue habiendo arena", señala uno de sus compañeros.

En definitiva, una tarea de reconstrucción avanzada, pero no terminada.