Reparación | Las 5 averías más caras de reparar en el taller

Malos hábitos al volante, usar combustibles de mala calidad o saltarse las revisiones, entre sus causas.

Las 5 averías más caras de reparar en el taller
Las 5 averías más caras de reparar en el taller

Las revisiones de mantenimiento y los buenos hábitos pueden reducir las averías graves de los vehículos, que se traducen en un alto coste para los usuarios e intervenciones de envergadura por parte de los reparadores.

Entre ellas, hay cinco operaciones de mecánica que resultan especialmente costosas y que GT Motive ha reunido en un artículo publicado en su blog.

La junta de culata se encarga de conseguir un acoplamiento lo más perfecto posible entre la culata y el bloque del motor. Además, tiene que resistir altas temperaturas y el paso constante de aceite y agua. Por todo ello, este elemento debe siempre estar en perfecto estado, pues su reparación supone un desembolso de entre 300 € y 600 €.

Saltarse las revisiones de mantenimiento puede provocar la rotura de la correa de distribución. Su función consiste en sincronizar el giro de la polea del cigüeñal con el piñón del árbol de levas para que las válvulas abran y cierren correctamente.

Si la correa de distribución se rompe, la sincronización falla y las válvulas se doblan, porque el pistón toca con ellas. Aunque el coste de la reparación depende de la marca y modelo del vehículo, el artículo recuerda que oscila entre los 250 € y los 4.000 €.

Una mala calidad del combustible, un exceso de agua en el mismo o la presencia de esquirlas metálicas que producen rozamientos son algunas de las causas que provocan avería en la bomba de combustible. Solucionar el problema cuesta entre 700 € y 2.000 €.

Reparar los inyectores (diésel o gasolina) supone 2.000 € y unas 30 horas de trabajo, aunque depende del tipo de motor. Los inyectores suministran el combustible en función del régimen y carga del motor, por lo que conviene tenerlos en perfecto estado.

Por último, según el artículo, la reina de las averías más caras es la relativa al turbo. Puede fallar por un defecto de fabricación, por conducir con el motor muy revolucionado, por un exceso de temperatura o impurezas en el aceite, por ejemplo. El precio de su reparación oscila entre los 1.000 € y los 5.000 €.

Para evitar tener que afrontar estas reparaciones, GT Motive aconseja revisar estos elementos de forma periódica en un taller profesional que ofrezca garantías.

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