"Podemos contar entre 30-40 talleres ilegales en la provincia de Álava". Es el contundente anuncio en la Eitb de Conrado Bernal, gerente de Adeada. Poniendo en contexto estas cifras, conforme al número de talleres registrados por la asociación, unos 150 establecimientos, hablamos de aproximadamente un 20% del total. Es decir, dos de cada diez talleres de la provincia serían ilegales, según estas estimaciones. 

La preocupación dentro de Adeada es evidente. "Es mu difícil dar estas cifras. Estos negocios trabajan a portón cerrado en polígonos industriales, a altas horas de la noche y para la policía municipal es muy difícil localizarlos", reconoce Bernal.

A pesar de la alarmante cifra, Bernal asegura que en los últimos años la cifra de ilegales se ha reducido en la provincia. "Hemos conseguido reducir de 50 a 30-40, aunque todavía son una amenaza", ha señalado.

El procedimiento es lento

La clave para detectarlos, en cualquier caso, es recibir un "chivatazo". "La asociación ha sido muy activa en este sentido. Cualquier conocimiento lo ponemos en manos de la autoridades", señala aunque el procedimiento es lento. "Las sanciones pueden demorarse porque suelen requerir primero que normalicen su situación y, en caso de que no lo hagan, se pone la correspondiente sanción", afirma.

Por último, Bernal recomienda la clave para distinguir a un taller legal de uno que no lo es y no es otro que la placa-distintivo del taller situada en la fachada. "Sea de mecánica o carrocería, lo que hay que mirar es la fachada. Vamos a ver un cuadrado con un fondo azul con pictogramas. Esa placa nos va a decir que es un taller legal y nos va a decir que actividad desarrolla", resume.