Meyle amplía su gama de productos con discos de freno de dos piezas para modelos BMW y Mercedes. Los nuevos discos de freno ya están disponibles y ofrecen a los clientes las características habituales de los equipos originales, como exactitud de ajuste, una desviación baja y un peso reducido, con el consecuente ahorro de combustible y emisiones de CO2.

En un comunicado, Meyle señala que los nuevos discos de freno destacan por el alto rendimiento, el confort de conducción y el diseño exigente propios de la línea PD.

"Gracias a la ampliación de productos, Meyle continúa introduciéndose en el mercado de los frenos de repuesto con soluciones en ámbitos hasta ahora reservados a los fabricantes de vehículos con sus piezas originales", señala.

Ya disponibles en el catálogo

En el catálogo, ya están disponibles siete nuevas referencias de los discos de freno para los modelos BMW de la series 3-8, X3-X5 y de la Serie Z4, además de para los modelos Mercedes de la Clase C y la Clase E.

Los discos de freno están formados por un componente de aluminio o de acero troquelado remachado a un anillo de fricción de hierro fundido.

Además, tienen la certificación ECE-R90 y, gracias a la gran calidad del revestimiento de la superficie, no necesitan desengrasarse. Esto garantiza una protección contra la corrosión a largo plazo.

Gracias a su mayor contenido en carbono, los discos de freno de dos piezas son muy resistentes a la deformación por calor, incluso bajo una carga térmica elevada, por ejemplo, al conducir en bajadas pronunciadas, y ofrecen así un gran confort de conducción sin vibraciones. Para favorecer un montaje eficaz en el taller, el 99% de los discos de freno están equipados con un tornillo de fijación.