Faconauto ha mostrado su preocupación por el incremento de matriculaciones a particulares en 2019 a través de canales cuya principal actividad no es la venta de vehículos, como, por ejemplo, las entidades financieras, lo cual entra “en conflicto con los intereses legítimos de los concesionarios”, señala la patronal.

“Tras llegar a acuerdos con las marcas a espaldas de los concesionarios, aprovechan su red de oficinas y vinculan la adquisición del vehículo a una financiación y a otros productos y servicios cruzados”, explican desde la asociación.

Desde la organización apuntan que el proceso de venta requiere la máxima profesionalización para dar una mejor respuesta a las nuevas necesidades de los clientes, sobre todo teniendo en cuenta los avances tecnológicos del sector, motivo por el que se apuesta por una formación que permita realizar una labor cada vez más especializada.

Además, los concesionarios están sujetos a la tutela, los estándares y las inversiones que les obligan a hacer las marcas para poder trasladar el mejor servicio al cliente, lo cual contrasta “con los nulos requisitos que tienen que cumplir los citados canales de comercialización para competir con las redes de distribución oficiales”, subrayan los empresarios.

Por todo ello, Faconauto recuerda a los fabricantes que la red de concesionarios es históricamente su mejor aliada en el sector y que solo ellos “pueden absorber su producción comprando los vehículos en firme y financiándolos”.

Asimismo, la patronal considera que las mencionadas entidades financieras deberían centrar sus esfuerzos en apostar por la red de concesionarios como fuente de negocio para su actividad principal, es decir, por la financiación del vehículo al cliente final a través del punto de venta. Con ello, “encontrarán el impulso y la colaboración de los concesionarios a los que representa Faconauto”, afirman desde la organización.