Tipos de guantes que deben utilizarse en un taller

Loctite recuerda los hay de varias clases en función del tipo de producto o material a manipular.

Clases de guantes en un taller

Los guantes son un elemento imprescindible en la equipacion de cualquier taller mecánico, porque protegen las manos de cortes o quemaduras y son básicos para la limpieza e higiene.

Para que cumplan debidamente su función, sobre todo la de proteger a los operarios, deben ajustarse a lo estipulado en la norma UNE-EN 420 que marca los requisitos que debe cumplir un guante según criterios de confort, eficacia y marcado.

Ahora bien, en un taller mecánico se pueden (y deben) encontrar varias clases de guantes en función del tipo de productos o materiales que se vayan a manipular. Loctite repasa en un post de su blog para talleres los más habituales:

Guantes para manipular productos químicos. La exposición directa a determinadas sustancias podría provocar irritación, quemaduras, infecciones u otras enfermedades, por eso, estos guantes deben cumplir las normas establecidas en cuanto a condiciones de penetración, permeabilidad y degradación. Suelen ser de látex, neopreno, polietileno, nitrilo o PVC.

Guantes soldar o para manipular materiales a altas temperaturas. En tareas de soldadura o al manipular piezas muy calientes, las manos quedan expuestas a quemaduras e incluso a la radiación por culpa de los rayos infrarrojos. En estos casos, hay que utilizar guantes ignífugos y resistentes al calor, siendo una gran solución los guantes de caucho o los de kevlar.

Guantes para labores de mecánica. Protegen las manos de cortes, golpes y suciedad. Suelen estar hechos de cuero, ya que es un material fino, que permite mayor sensibilidad al tacto y una importante resistencia a la abrasión. Si no existe riesgo de perforación o contacto con sustancias químicas, también se pueden emplear guantes textiles, que son más ligeros. Para tareas mecánicas que incluyen riesgos de cortes o abrasión, Loctite recomienda los guantes de kevlar.

Guantes para trabajos con gasolina, ácidos y disolventes. El principal problema de algunos guantes, como por ejemplo los de látex, es que no son resistentes a la degradación que provoca estar en contacto con la gasolina o con productos disolventes. Para manipular este tipo de materiales en el taller, el post recomienda usar guantes de malla metálica que, dependiendo de su composición, son resistentes a acetonas, disolventes y/o ácidos.