El sistema de iluminación del vehículo es uno de los elementos más importantes a la hora de conducir. Para los conductores es un plus de seguridad disfrutar de una visión óptima en carretera. Sin embargo, de cara a los talleres, son elementos que solo se someten a revisión en casos extremos.

Los cambios o pulidos de faros, reparaciones o sustituciones de bombillas suponen un pequeño volumen de negocio para los talleres mecánicos. Según un estudio de The Hub Automotive, las reparaciones relacionadas con la iluminación del vehículo supusieron un 6,8% del negocio para los profesionales en 2018. Se trata de unas cifras muy alejadas de las relacionadas con el mantenimiento y el desgaste de mecánica (72,6%), los trabajos de mecánica general (26,8%) y la sustitución de neumáticos (13,9%). Sin embargo, el pasado año se pusieron por delante de los trabajos relacionados con carrocerías (6,5%) y los de lunas y parabrisas (3,6%).

La importancia del mantenimiento

Aunque los trabajos relacionados con las luminarias de los vehículos han crecido en los talleres, la mayor parte de los usuarios no le dan la importancia que requieren. Lumileds, a través de la marca de iluminación para automoción Philips, recomienda realizar comprobaciones periódicas para detectar cualquier fallo. Destacan que no hay que esperar a que las bombillas lleguen al final de su vida útil, ya que previamente comenzarán a dar fallos suponiendo un riesgo para el conductor.

Por otro lado, señalan que hay que llevar a cabo un mantenimiento adecuado de los elementos de iluminación. Esto incluye sustituir o pulir los faros que, con el paso del tiempo se van deteriorando y volviéndose cada vez más opacos, reduciendo así su efectividad hasta en un 40%.

También, llegado el caso de la sustitución de las bombillas, desde Lumileds precisan que lo mejor es sustituirlas a pares ya que, al hacerlo se disfruta de una iluminación equilibrada, lo que permite una mejor visión en la carretera.