El sector prevé que la destrucción de empleo se acentúe en los próximos meses hasta llegar a los 50.000 despidos o contratos no renovados y el cierre de más de 500 empresas, en su mayoría pymes, con una media de 25 empleos cada una. Parte de la causa de esta posible situación son los seis expedientes de regulación de empleo presentados en Cataluña. Entre ellos el de Lesseps Motor, que solicitó autorización para despedir a 15 trabajadores en una plantilla total de 95 en Barcelona, y Vilamotor, que pidió a la Generalitat suspender temporalmente 10 contratos sobre un total de 21 empleados en Olèrdola.

Respecto a los talleres de los concesionarios, también sufren bajas y recortes. Esto se debe a la reducción de su actividad en un 10% provocada porque los “clientes únicamente van al taller para hacer reparaciones imprescindibles, pero no arreglan un golpe en la chapa, porque ya no tienen seguro a todo riesgo” según Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la patronal de vendedores de vehículos Ganvam. Por ello, ya no es sólo el área de ventas la afectada, sino también la de recambios y el taller en los concesionarios.