Se trata de un adhesivo extrafino que permite enmascarar cualquier arañazo leve o desconchones causados por piedras en el vehículo, ocultando de forma temporal los defectos en la pintura. He ahí su principal ventaja: evitar al conductor soportar los daños en su carrocería hasta que pueda llevarlo al taller para una reparación adecuada.

Al mismo tiempo que se realiza la reparación, se pinta este adhesivo con la misma pintura y el mismo barniz que se han utilizado para reparar el vehículo.

¿Cómo se utiliza? El usuario primero debe limpiar la zona afectada, para después cortar el adhesivo con el tamaño adecuado y presionarlo firmemente contra la parte de carrocería dañada. Tras 48 horas, Standofix es hermético y resistente al lavado del vehículo.