Visité hace unos días las nuevas instalaciones de Grupo Total en Cabanillas del Campo (Guadalajara). Una inversión de campeonato, ejemplo de apuesta en los momentos quizá más duros del mercado. Su caso contrasta todavía más si se compara con otras empresas de distribución de neumáticos que no olvidarán nunca un aciago ejercicio 2012.

El neumático rodó deshinchado en 2012. Veteranos profesionales del mercado me confirman que no se habrían enfrentado nunca con un escenario como el actual. La caída continua de ventas y la reducción de márgenes registradas desde el inicio de la crisis se acentuaron el año pasado hasta niveles casi desconocidos, sobre todo en el segmento Consumer, que es el que tira del carro del sector por volumen y facturación. Valga este dato tan elocuente: En 2012 se vendieron cuatro millones de cubiertas menos que las comercializadas en el año 2007. Y los años anteriores también se dejaron ruedas por el camino sin colocar. Calculad el estropicio.

El 20%. Ese es el porcentaje maldito de descenso del mercado que recogemos en la última edición de nuestro monográfico Ruta del Neumático. Ni en los cálculos más pesimistas se llegaba a considerar tal descalabro. Más allá de cifras tan descorazonadoras, preocupan los efectos estructurales de una situación de mercado tan desfavorable: depreciación de su valor, aumento de la demanda (y de la oferta) de neumáticos usados, proliferación de talleres ilegales, ERE's y cierre de empresas, etc., componentes de esta espiral perversa que desgraciadamente abarca a la actividad económica en general.

Distribuidores de neumáticos, los más afectados

En 2012 la crisis del neumático ha afectado de lleno a todos los operadores del mercado, pero se ha cebado sobre todo en la distribución. Hemos visto a empresas como Puche Neumáticos que entraban en situación concursal, otras como Aitasa Neumáticos y Servicios desaparecían y los apuros económicos lastraban a Neumáticos El Val, por citar tres ejemplos muy significativos de compañías de enorme peso e historia, cuyas dificultades han estado en boca de los profesionales del sector durante todo el año pasado.

El mercado del neumático se enfrenta así a un proceso irreversible de reestructuración en el que todos los eslabones de la cadena (fabricantes, importadores-distribuidores y talleres) tendrán que hacer frente a exigentes sacrificios. Los más previsores llevan ya un tiempo haciéndolo, asumiendo que no hay recetas mágicas para escapar de esta tendencia negativa. Pero sí actuaciones para combatirla y paliarla parcialmente.

La coyuntura económica manda, eso no lo discute nadie. Pero conocidos los males, toca perseverar en el esfuerzo y en el ingenio para encontrar remedios. Sólo así el mercado del neumático volverá a rodar con la presión adecuada.