Vehículo industrial | El rechazo de autobuses por defectos graves en ITV crece un 25%

Según un estudio de la red de talleres multimarca para Vehículo Industrial TopTruck que contabiliza datos del periodo 2011-2015.

Los autobuses que dejan de pasar la ITV por defecto grave crecen un 25 por ciento
Los autobuses que dejan de pasar la ITV por defecto grave crecen un 25 por ciento

En los últimos años, el número de autobuses que dejan de pasar la ITV ha crecido notablemente. Los que son rechazados por defectos graves se han incrementado un 25,39%, mientras que los que suspenden por fallos leves lo han hecho un 12,38%. Son algunas de las conclusiones que ha recogido la red de talleres multimarca Top Truck, especializada en Vehículos Industriales, en un estudio realizado sobre el periodo 2011-2015, último año del que se tienen datos consolidados.

Además de demostrar la falta de compromiso con el mantenimiento preventivo, este problema se agrava si se une al progresivo envejecimiento del parque móvil de autobuses y el mal estado de las carreteras, lo que ha incrementado, a su vez, el número de accidentes en carreteras —2.085 accidentes de autobús con víctimas en 2015—.

Según explica José Moreno, director de TopTruck, “el parque de autobuses ha pasado de tener una edad media de 8,7 años en 2010 a 10,4 en 2015. De hecho, a pesar del mayor dinamismo en la renovación del parque que se viene dando desde 2012, ahora mismo hay menos autobuses circulando por nuestras carreteras que hace diez años. Si a todo ello le añadimos el deterioro de la red viaria y el significativo crecimiento de los defectos detectados en las ITVs durante los últimos cinco años, resulta imprescindible recordar a los conductores y propietarios de autobuses la necesidad de ser rigurosos en su mantenimiento”.

En 2015, el último año con datos definitivos, el parque español de autobuses estaba compuesto por 60.252 unidades y presentó 86.364 defectos leves y 53.579 defectos graves, frente a los 69.102 defectos leves y 42.727 defectos graves, identificados cinco años antes, lo que representa un incremento, entre 2011 y 2015, del 12,38% y el 25,38%, respectivamente. En esos cinco años, además, el porcentaje de autobuses rechazados en primera inspección ha pasado del 23% al 25%. Los rechazados en siguientes inspecciones también han aumentado, desde el 8,42% de 2011 al 11,42% de 2015.

Además de la seguridad, Moreno recuerda que no tener el autobús en perfecto estado de revista puede suponer sanciones económicas. “Si en un control en carretera los agentes consideran que las deficiencias de mantenimiento que presenta un autobús son importantes pueden calificarlas de infracción grave, situación que lleva aparejada una multa de 200 euros, o muy grave, que se sanciona con 500 euros, además de poder decidir inmovilizar el vehículo”, asegura.
 

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