El ahorro y la eficiencia son fundamentales para las empresas de transportes, especialmente en un contexto de crisis económica. Los fabricantes de vehículos industriales recurren a la electrónica para dar respuesta a esta demanda y desarrollan sistemas que ayudan a ahorrar hasta la última gota de combustible.

En este sentido, Scania y Volvo ya incorporan en algunos de sus modelos dispositivos que adaptan la velocidad del vehículo ante la proximidad de pendientes. El objetivo: evitar frenazos ineficientes en las cuestas abajo y cambios de marchas en cuesta arriba que penalicen el consumo.

Gracias a estos sistemas, el vehículo aprovecha al máximo la energía cinética que se genera en las cuestas. En el caso de Scania, además, le sirve para fidelizar a sus clientes hacia su red de talleres oficiales, ya que el servicio de actualización de mapas, necesarios para que el sistema funcione, se presta en sus puntos de servicio.

Este contenido forma parte del Manual del Taller de Vehículo Industrial 2013, editado por InfoCap y que está a punto de salir al mercado. Si te interesa, puedes descargarte el PDF con el artículo completo (haz clic aquí).