En la actualidad, los talleres pueden utilizar múltiples herramientas que les proporcionen un aumento de las ventas. La publicidad, la mejora de la satisfacción del cliente o el marketing promocional son algunas de ellas.

Sobre este último, GT Motive explica en un post publicado en su blog que se trata de una forma de obtener ventas a corto plazo utilizando incentivos y promociones a los clientes del negocio.

Gracias a ello, se consigue fidelizar a los clientes, hacer que los potenciales usuarios prueben los productos o servicios del establecimiento, lanzar algún producto o servicio, reducir stocks o compensar la estacionalidad de algunos productos.

Para obtener buenos resultados con este método, primero hay que marcar los objetivos que se quieren alcanzar y si el coste que estos suponen se puede recuperar con las acciones previstas.

En el caso de las promociones enfocadas al usuario final del taller, los negocios pueden ofrecer descuentos, ofertas, muestras de producto (sampling), regalos publicitarios, sorteos y concursos, premios, cupones de descuento, reembolsos, vales de compra, bonus pack o programas de fidelización.

Gracias a todo ello, se consigue el refuerzo del sentimiento de lealtad de los actuales clientes, la aparición de nuevos usuarios y un incremento de las ventas.

Sin embargo, el marketing también tiene desventajas. Entre ellas, GT Motive destaca que si no se planifica correctamente la promoción, los clientes consumirán los productos solo en el momento de la promoción, se habituarán a este tipo de acciones o, incluso, la iniciativa puede que no funcione como se esperaba.