La Ley de Seguridad Vial de 2010 permitió que los talleres pudieran ordenar el desguazado de un coche en el plazo de un mes tras la notificación a Tráfico, en el caso de que el propietario no lo retirara y abonara la factura correspondiente.

Este proceso que parece tan sencillo, en la práctica ha tenido más problemas de los previstos. Al menos eso es lo que denunciaba este domingo en 'El Faro de Vigo' Luis Abelleira, presidente de la Federación gallega de talleres. "El gran problema es realizar la notificación al dueño. Es difícil notificárselo. Administrativamente sigue siendo muy complicado deshacerse de los vehículos abandonados", se quejaba.

A pesar de los pasos intermedios y de la resolución final de Tráfico de enviar o no el coche a su tratamiento residual, la normativa daba, a cambio, algunas facilidades a los reparadores.

Así, la ley de seguridad vial contemplaba que en caso de que el dueño no abonase la reparación, el taller tendría el derecho a desmontar o recuperar las piezas o repuestos que hubiera incorporado durante el proceso de reparación, lo que ayudaba a paliar o reducir los costes originados.