Las inspecciones técnicas de los vehículos podrían empezar a ser el punto de partida para la obtención de datos con los que determinar la exposición (vehículos-kilómetro anuales) de los diferentes grupos de automóviles y alcanzar un mayor conocimiento acerca de sus verdaderos niveles de riesgo.

Así lo señala el informe ‘Modelo para la determinación de la exposición de vehículo, a partir de los datos registrados en ITV’, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), encabezado por el catedrático Francisco Aparicio.

En dicho estudio se establece que para desarrollar las políticas de gestión del tráfico y seguridad vial es necesaria una nueva metodología de análisis que conozca patrones de comportamiento y establezca niveles de riesgo.

Para ello, deben tomarse en cuenta variables como la cilindrada, la tara, el número de plazas, la jefatura de matriculación, la potencia, la fecha de primera matriculación, el año de nacimiento del conductor, la fecha de la ITV y el kilometraje.

El estudio realizado permite afirmar que es posible estimar la exposición de diferentes tipos de vehículos, con elevado grado de precisión y desagregación, a partir de los registros efectuados en las inspecciones técnicas, e incorporarlos a la base de datos que gestiona la DGT.

La conclusión más importante del trabajo, apunta la DGT, es demostrar que es posible obtener datos de siniestralidad en relación a la exposición y comparar, por ejemplo, qué tipos de vehículos producen más o menos accidentes o víctimas a igualdad de movilidad o exposición.

Habitualmente, los estudios sobre colisiones de tráfico, explica la Tráfico, analizan los niveles de riesgo que presentan los elementos (personas y vehículos) que componen el tráfico. Así, por ejemplo, el envejecimiento del parque es uno de los factores de riesgo más importantes. Conociendo, además, la movilidad de los vehículos será posible comprender mejor su grado de riesgo real.

Hasta el momento, en Europa no existe un indicador homogéneo y disponible para una mayoría de países, con datos de exposición, lo que obliga a estimar la magnitud real del problema.

Aunque, finalmente, este proyecto se ha centrado en determinar la exposición de autobuses y autocares articulados, la metodología desarrollada (data mining) puede ser aplicada y adaptada al resto de vehículos.