Mantener los coches abandonados en los talleres cuesta 190 millones cada año a estos establecimientos. Son cálculos de la patronal de los vendedores de coches Ganvam, que estima que los gastos de estacionamiento de estos vehículos ascienden a unos 109 millones de euros, a los que hay que sumar otros 80 millones por las reparaciones no abonadas.

Según Ganvam, el vehículo tipo que los conductores olvidan en el taller tras llevarlo a reparar se corresponde con un coche con un precio medio de unos 1.000 euros y una edad comprendida entre los ocho y los diez años. El importe medio de la reparación de estos coches ronda los 1.200 euros. Por eso, al propietario no le compensa pagar la reparación y abandona el coche en el taller.

El problema radica en que los talleres son depositarios de los vehículos que les entregan los clientes. Por eso, tienen el deber de su guarda y custodia durante un largo período de tiempo. Sin embargo, a partir de la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Vial la próxima primavera, esta situación dejará de ser tan problemática.

La nueva ley indica que, si el propietario no abona la reparación, el traslado del vehículo al desguace se realizará en el plazo de un mes desde que Tráfico se lo comunique al propietario. Además, el taller podrá recuperar las piezas que haya incorporado durante el proceso de reparación.

Así disminuirán considerablemente estos costes, algo que se agradece especialmente en época de crisis, cuando el fenómeno del abandono de coches en el taller se intensifica debido a que los clientes no pueden hacer frente a la factura del taller o, simplemente, no les compensa la reparación de su vehículo.